lunes, 7 de enero de 2013

Enfermedad, Soledad y Cambio


Me Presento Me Llamo Micaela Tengo 20 años y Soy de Santa Fe.
 Recuerdo mi infancia como un gran momento, fui feliz, pero a la vez, muchas veces me sentí sola.
Como cuando me dejaron en la casa de mi “mami Silvia”, como la llamo a mi vecina, esa vecina que me cuido desde siempre, y se fueron.
Esos meses fueron de una terrible ignorancia para mi, no sabia que era lo que pasaba a 300km. En mi pueblo, quedaron mi hermana y mi abuela, mi padre por su trabajo, iba y venia cuando podía, pero casi siempre estaba allá, en Rosario. Cuando me avisaban que había venido a verme, siempre buscaba una excusa, no podía verlo, me hacia acordar a mi madre y mi hermano, entonces el llanto era incontenible. Pero no podía llorar frente a alguien, yo siempre fui la fuerte, la feliz, la que siempre sonreía… aunque por dentro estaba destruida. Lo mismo me pasaba con mi abuela y mi hermana. Recuerdo que después de que Silvia me leyera un texto de mi madre diciendo cuanto me amaba y me extrañaba, con la excusa de irme a hacer cosas de el colegio me fui a llorar, cuando me encontró, me abrazo y dijo: “yo se lo que sentís, yo también estuve sola. Yo era muy chica, mi papá trabajaba. Mi hermana se había quemado gran parte de su cuerpo con agua caliente y mama no tuvo otra que dejarnos y salir con ella a Santa Fe para que la salven, estuvimos muchos meses separadas. Conmigo podes llorar.” Y lloramos juntas.
Esa distancia de mi familia duro solo 1 mes y medio, para mí, fueron años.
El reencuentro con mi mama, por sobre todo, fue muy emocionante, recuerdo, no podía parar de llorar, luego volví a casa y mi hermano tenia mitad cabeza hundida, el hueso del cráneo en donde había estado ubicado el tumor (para mi un grano) se había infectado y tuvieron que sacarlo, me dio mucha impresión, no podía mirarle su cabecita, no podía creer que con tan solo 8 años había sufrido tanto…

Paso el tiempo y me entere de la verdad. Mi hermano había tenido cáncer y estuvo a punto de morir, lo operaron varias veces, por suerte se salvo.

Luego llegaron esas días en los que, por uno u otro motivo, mi hermano debía ser internado, y el miedo a que pase lo peor volvía una y otra vez...
 Pero yo no lo contaba, yo era fuerte, yo podía sola… Mis padres tenían cosas mucho mas importante de las cuales preocuparse, no quería molestarlos... mis amigas no me entenderían, así que yo seguía guardando y guardando…
En el mismo momento que mi vida se llenaba de oscuridad, aparecía una lucecita que llegaría para iluminarme la vida y llenarme de esperanza, de sueños, de sonrisas, de amor, de cosas lindas y alejarme un poco de tanto dolor.. Una luz que cambiaría mi vida radicalmente, que me enseñaría a vivir de otra manera. Que esa luz se llamaba Viviana Canosa y que junto con ella, y con el paso del tiempo iba a llegar nuevas luces: mis amigas. Amigas incondicionales que me enseñaron a entender el verdadero significado de la amistad. Con las que puedo compartir horas de charlas. Con las que puedo reírme hasta llorar, pero también llorar hasta reírme  Porque son únicas y porque no las cambio por nada.
Años mas tarde, el cáncer una vez mas tocaba a mi familia, y después de una larga lucha mi tía Ceci nos decía adiós para siempre dejándonos como regalo al ángel mas dulce, su hija Lucia.
Hasta poco tiempo antes de que muera Ceci, yo no sabia de su existencia y mucho menos de la de mi prima. Había sido fruto de una relación pasajera de mi tío. Obviamente el siempre se hizo cargo, pero sin decir nada.
Cuando aquel viernes 10 de octubre que mi tía había dejado de luchar, se me vino el mundo abajo, sin conocerla aprendí a amarla con el alma… Nunca voy a olvidar el único y breve contacto que tuvimos… En una de las ultimas internaciones de mi hermano, llamó esperando encontrarse con mi madre detrás del teléfono, pero no, atendí yo, y sorpresivamente era ella, con su voz tan dulce y amable. El dialogo fue el siguiente:
Hola!
Hola, Patricia ?
No, habla Micaela, la hija.
Ahh hola Mica, habla la tía Cecilia…
-sin entender, conteste- Quien?
La tía Cecilia, la mama de Luci…
En ese momento me sentí la persona mas feliz del mundo, no podía creer que estaba hablando con ella, que me había reconocido… seguramente mi tío le había hablado de mi y de mi familia…
Luego continuo nuestro dialogo.
Ahh hola Tía - nunca había sentido tanta emoción al pronunciar esa palabra - Mamá no esta, queres que le diga algo?
Solo quería saber como estaba tu hermano, la llamo después. Un beso Mica
Y corto…
Día tras día espere que el teléfono volviera a sonar, y si lo hacia, salía corriendo. No veía la hora de volver a escuchar esa cálida voz… Pero nunca mas pude hacerlo, Ceci no llamo, o por lo menos mientras yo atendía…
Mi familia no se acuerda de ella, pero yo no hay día que no desee tenerla.
Hace unos días se cumplió el segundo aniversario de su muerte, y fue peor que el primero, porque por lo menos, el año pasado se acordaron, tarde… pero se acordaron al fin. En cambio, este año para ellos fue un día mas, mientras que para mi fue el peor… me pase el día llorando, extrañándola, amándola, queriendo tenerla cerca para abrazarla y que me abrace. Deseando que aquella partida nunca hubiese llegado, que ella siga acá, acompañando el crecimiento de su hija, el ser con mas luz de este mundo, mi ángel, como la bautice hace unos días  Pero una vez mas no dije nada. Micaela es fuerte… Micaela no sufre… Micaela puede… y la soledad sigue…
Cada segundo que estoy con Lu, siento que estoy con su madre, porque se que en ella esta y estará siempre porque vive en su corazón.
Y una vez más… el cáncer.
Lautaro Cuevas su nombre, un nene que aprendí a amar a pesar de la distancia, y que probablemente ni siquiera sabia de mi, pero si su padre, un gran ejemplo al igual que el.
Un pequeño gran hombre, luchador como pocos, venció una vez la enfermedad con la ayuda de mucha gente que le acercaba una ayuda, se necesitaba mucho y las ganas de colaborar eran aun mas, cualquier cosa bastaba, hasta un simple “estoy con vos” y eso decidí hacer, acompañarlos en el terrible momento, que lo sentía tan mío, porque en definitiva también lo había pasado. Pero la lucha un día cesó, Lauti no pudo más, y nos dejo. Y digo nos dejo, porque no solo dejo a sus papis y el resto de su familia, me dejo a mi…
Y una vez mas sentí que la vida no podía ser tan injusta, que ese nene y esa familia no tenia porque sufrir tanto, porque la habían luchado desde siempre, en todos los ámbitos.
Fue días después, que me dijeron las palabras mas hermosas y sentidas que alguna vez me hayan dicho y provenían del corazón de Darío, el papa de Lauti: “gracias Mica por tu amor... Dios te bendiga grandemente., viste el titulo de este facebook ? no dice unidos para Lauti.. dice unidos por, Lauti.. el nos unió.. me hizo conocer a un ser lleno de amor como vos... gracias por todo y HASTA SIEMPRE.” Yo no pude decir otra cosa mas que “Gracias”, porque puede ser que yo les haya dado mucho a ellos, pero ellos nunca van a saber todo lo que me dieron a mi, el amor que recibí es inexplicable… son mi ejemplo de lucha…
Una de esas luces de las que hable anterior mente, fue ella una amiga que sin conocerme, sin dudas, me conoce. Porque conoce como nadie mis debilidades, porque con ella Micaela no es fuerte… con ella Micaela puede sufrir, puede llorar, puede desahogarse… con ella la soledad desaparece. Y aunque daría la vida por un abrazo de esa amiga incondicional, de esa hermana, de esa confidente, me consuela saber que esta, que me entiende, que me acompaña, que siente mi dolor y trata de curarlo… y lo mas importante, lo logra, aunque sea por esos minutos u horas que dura la charla, porque no abraza mi cuerpo, abraza mi alma, ese alma que a veces tan dañado se siente y solo con ella puede abrirse…
Aunque muchas veces el sentimiento de soledad vuelve… está ella, lejos, pero mi mejor amiga está.

[ Está Historia Es real, Me la contaron, Y yo quise compartirla con Ustedes ] 

No hay comentarios:

Publicar un comentario